La oferta tiene que estar viva
Todo ello nos obliga a estar vivos, a innovar, pero también a recordarle al cliente que siempre estamos trabajando para ofrecer lo que le gusta y para que tenga la oportunidad de probar cosas nuevas.
Pero también son muchos los que se aburren de que tu oferta siempre sea la misma, y cuando no encuentras lo que te satisface en casa, acabas pecando fuera.
La oferta tiene que estar viva y hay muchas maneras de hacerlo, las temporadas de los productos, la zona en la que vendemos, las estaciones del año, el frio, el calor. Incluso las circunstancias del potencial cliente.